Fue el de llegar y superar los 14.000 goles en la máxima categoría del balonmano español y fue Nacho Moya quien lo hizo cuando anotó el tanto que hacía el 18 del Incarlopsa desde los siete metros.
Apenas 14 días antes, el extremo derecho había llegado también a un récord propio, que fue el de llegar a los 500 goles en Asobal.